El Gigante Tecnológico, la UE y una Nueva Era Digital: ¿Quién Pone las Reglas?

Imagínate que estás en un mercado. Pero no un mercado cualquiera, sino uno gigantesco, donde miles de millones de personas compran, venden, buscan información y se conectan cada día. En este mercado digital, unas pocas empresas, los “gigantes tecnológicos”, han crecido tanto que dominan casi todo. ¿Es esto justo? ¿Es bueno para la competencia? Estas son las preguntas que Europa lleva años intentando responder, y ahora tenemos algunas respuestas contundentes.

La Batalla que Sacudió a Google: Un Precedente Histórico

Retrocedamos al año 2010. Varias empresas más pequeñas empezaron a quejarse de un gigante: Google. ¿La acusación? Que Google, al ser el “dueño” del buscador más grande del mundo, usaba su poder para dar ventaja a sus propios productos, como su servicio de comparación de precios, Google Shopping. Era como si el dueño del mercado, además de alquilarte un puesto, también tuviera su propia tienda y la pusiera en el mejor lugar, ocultando las demás.

La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, tomó cartas en el asunto. Después de años de investigación, el 27 de junio de 2017, la Comisión impuso una multa histórica a Google: ¡2.400 millones de euros! Fue un mensaje claro: abusar del poder en el mercado digital tiene consecuencias serias. Google apeló, por supuesto. Argumentaron que solo querían ofrecer una mejor experiencia a sus usuarios y que la multa era desproporcionada.

Pero la justicia europea siguió su curso. El 10 de septiembre de 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la máxima instancia judicial de la UE, dio su veredicto final: Google perdió la apelación y la multa se mantuvo. Esta decisión no solo validó la multa, sino que también sentó un precedente crucial para cómo se aplican las leyes antimonopolio a las empresas de tecnología en Europa. Como resultado, Google tuvo que cambiar la forma en que mostraba los resultados de Google Shopping, buscando una mayor equidad para sus competidores.

¿De Dónde Vienen Estas Ideas de Regulación? Un Vistazo a la Historia

Aunque la batalla con Google es reciente, la idea de regular los monopolios no lo es. De hecho, tiene sus raíces en el siglo XIX, con la Ley Sherman Antitrust en Estados Unidos. Promulgada en 1890, esta ley fue la primera en intentar limitar el poder de los grandes “trusts” (agrupaciones de empresas que controlaban un sector) y prohibir las prácticas anticompetitivas. La idea era simple: evitar que unas pocas empresas controlaran tanto un mercado que pudieran fijar precios artificialmente o suprimir la competencia.

La Ley Sherman no prohíbe que una empresa sea grande o exitosa por sí misma. Lo que prohíbe es que una empresa obtenga su poder de mercado de forma desleal, suprimiendo a la competencia con malas prácticas. Esta ley, que ha sido usada en casos famosos contra gigantes como AT&T y Microsoft en EE. UU., comparte principios fundamentales con las leyes antimonopolio europeas, incluyendo los Artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que prohíben acuerdos anticompetitivos y el abuso de posición dominante.

Nace la Ley de Mercados Digitales: Un Nuevo Horizonte en la UE

Mientras el caso Google avanzaba, la Unión Europea se dio cuenta de que necesitaba ir un paso más allá. Las leyes antimonopolio tradicionales, aunque efectivas, a menudo reaccionaban después de que el daño ya estaba hecho. Con la velocidad del mundo digital, se necesitaba algo más proactivo. Así nació la Ley de Mercados Digitales (DMA).

La DMA no es una ley cualquiera. Es un marco legal diseñado específicamente para los “guardianes de acceso” (en inglés, “gatekeepers”). ¿Quiénes son? Son esas empresas tecnológicas que tienen un impacto enorme en el mercado europeo, actúan como una “puerta de entrada” crucial para que otras empresas lleguen a los usuarios finales, y gozan de una posición muy fuerte y duradera. Piensa en los principales motores de búsqueda, sistemas operativos, redes sociales o tiendas de aplicaciones.

Para ser considerado un “guardián de acceso”, una empresa debe cumplir con ciertos umbrales, como tener un volumen de negocio anual de al menos 7.500 millones de euros en la UE, o una capitalización bursátil de al menos 75.000 millones de euros, y tener millones de usuarios activos.

Una vez designados como “guardianes de acceso”, estas empresas tienen una serie de obligaciones claras. Por ejemplo, no pueden exigir a los usuarios que se suscriban a otros de sus servicios como condición para usar uno principal. La DMA busca asegurarse de que el terreno de juego digital sea más justo y que las empresas más pequeñas tengan una oportunidad real de competir.

La Comisión Europea tiene ahora un poder considerable bajo la DMA para investigar, imponer multas e incluso, en casos de incumplimiento repetido, ordenar cambios estructurales en estas empresas. Se trata de un cambio de paradigma: de reaccionar a la anticompetencia, a prevenirla activamente.

¿Qué Significa Todo Esto?

La confirmación de la multa a Google y la implementación de la DMA son un claro indicio de la determinación de la Unión Europea. La era de la “autorregulación” de los gigantes tecnológicos parece estar llegando a su fin. Europa está enviando un mensaje global: quiere un mercado digital donde la competencia sea real, la innovación florezca y los usuarios y las empresas tengan un trato justo.

Este es solo el comienzo. La DMA es una ley nueva y su aplicación será un proceso continuo. Pero una cosa es segura: el panorama digital está cambiando, y el debate sobre quién pone las reglas en este vasto mercado global apenas comienza a calentarse. ¿Será este el modelo a seguir para otras regiones del mundo? Solo el tiempo lo dirá, pero la historia ya está en marcha.

fuentes :https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_Sherman_Antitrust

Ley de mercados digitales de la UE

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